Cuando entendamos que
Jesucristo es la Luz del mundo, aumentará nuestra fe en Él y llegaremos a ser
una luz para los demás. Cristo testificó de Su función como “la luz verdadera
que ilumina a todo hombre [y mujer] que viene al mundo” (D. y C.
93:2), y pidió que “[alzáramos Su] luz para que brille ante el mundo” (3 Nefi
18:24).
Nuestros profetas
también han testificado de la Luz de Cristo. El presidente Henry B.
Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, dijo: “Cada vez que
decidan intentar vivir más como el Salvador, su testimonio se fortalecerá; con
el tiempo, sabrán por ustedes mismas que Él es la Luz del Mundo… Irradiarán a
los demás la Luz de Cristo que hay en sus vidas”1.
El élder Quentin L.
Cook, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo respecto a ser una luz para el
mundo: “Tenemos que proteger a nuestras familias y estar a la vanguardia, junto
con todas las personas de buena voluntad, para hacer todo lo que podamos por
preservar la luz, la esperanza y la moral en nuestras comunidades”2.
De las Escrituras
De nuestra historia
Hoy en día, las mujeres
Santos de los Últimos Días continúan manteniendo su luz en alto.
En el piso 80 de un
rascacielos de Hong Kong, China, una hermana soltera que tenía discapacidades
físicas y que era la única Santo de los Últimos Días de su familia, estableció
un hogar que era un refugio donde ella y las personas que la visitaban podían
sentir la influencia del Espíritu. Conservaba las Escrituras, sus manuales de
la Sociedad de Socorro y el himnario cerca, y viajaba al templo para llevar a
cabo las ordenanzas por sus antepasados3.
Una madre justa de
Brasil crió a sus hijos en la luz del Evangelio. Las canciones de la Primaria
llenaban el ambiente de su casa de ladrillos rojos y había láminas de templos,
de profetas de Dios y del Salvador, recortadas de la revista Liahona, que cubrían las paredes.
Ella y su esposo hicieron sacrificios para sellarse en el templo a fin de que
sus hijos pudieran nacer dentro del convenio. Su oración constante era que el
Señor la ayudara a criar a sus hijos en la luz, la verdad y la fortaleza del
Evangelio4.
¿Qué puedo hacer?
1.
1.
Analicen lo que
significa ser una luz para el mundo hoy.
2.
2.
Consideren de qué
manera el seguir la Luz de Cristo las ayuda a sobrellevar las pruebas.
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